Tres guerreros unirán sus caminos para enfrentar al poder de la oscuridad.
Por el autor de Amor, zombis y otras desgracias.
El amor es una trampa. La pureza existe para ser mancillada. La contienda está por celebrarse.
Rebelarse contra los decretos pudo también haber sido escrito desde el principio, iba a suceder.
Tres sobrevivientes al dantesco sitio de la ciudad de Kamal, mermada por la peste y la impiedad, unen sus caminos para luchar contra el mal, cada uno por sus propios motivos: un guerrero de naturaleza fiera, un vampiro sin nada que perder y una chica ante la mayor encrucijada de su vida, pues las maquinaciones de la Oscuridad buscan engendrar en ella al elegido para sojuzgar al mundo, y la mayor batalla radica en combatir sus planes de seducción.
Engendrado por la peste, la guerra y el mal, el Profeta ha llegado con sus sanguinarias huestes de guerreros nasara hasta la última frontera: las murallas de Kamal. Su objetivo es cumplir la profecía de los libros sagrados: derrotar a su rival en Meguido, la ciudad subterránea, donde lo espera la causante de la guerra, aquella joven virgen que ha de concebir al hijo del dios de los nasara, el Amo de las Sombras, el Demiurgo todopoderoso.
La acompañan guerreros incansables, Al-Harawi y el terrible vrykolakas, dispuestos a enfrentar al poder maligno.
Pero burlar al destino quizá implique blandir su propia arma contra sí misma para alterar el curso de los sucesos.
Mano a mano, los tres combatientes sabrán que los hechizos existen y que sentir amor puede ser su ruina. La luz parece extinguirse sobre Meguido, sin embargo sus defensores saben que la batalla aún no se ha definido.
