Un niño celíaco no tiene por qué renunciar a una dieta variada, sana, divertida y deliciosa, a incorporar nuevos sabores y colores para formar su paladar. Estas recetas son una solución práctica, saludable y creativa para aliviar la tarea de cocinar todos los días.
En cuanto aparece el diagnóstico de celiaquía en nuestros hijos, surgen también los dilemas: ¿qué incluir en las viandas que se llevan al colegio? ¿Cómo hacer para no repetir todos los días los mismos platos? ¿Qué preparar para las fiestas de cumpleaños?
La imposibilidad de los niños celíacos a ingerir gluten no implica que deban renunciar a una dieta variada, sana, divertida y deliciosa, o a incorporar sabores y colores para formar paladares exquisitos.
Por eso Dolly Walsh se propone ayudarnos a ampliar nuestra imaginación a la hora de cocinar. En este libro nos brinda un sinfín de recetas fáciles -desde panes, budines y cupcakes hasta postres y mousses-para que los chicos disfruten del placer de la buena cocina casera.
Con la elección de los alimentos correctos y una adecuada elaboración, es posible alcanzar una alimentación saludable y feliz para nuestros niños.
