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Toño ha despertado abochornado. «¡Peste cristal!», grita su mamá al verlo, mientras a él todo le da vueltas, las figuras se distorsionan y las sombras se alargan. Las siluetas lo invitan a participar de un misterio desconocido, ¿se tratará de una alucinación por la fiebre o es real? Toño se deja llevar y se convierte en el protagonista de insólitos sucesos donde las sombras son parte de una comunidad asediada por hambrientos ratones.