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Sobre esta publicación

“El enorme conocimiento que las maestras y maestros adquirimos en la experiencia cotidiana de trabajar en el aula con nuestras y nuestros estudiantes suele ser desvalorizada, cuando no directamente negada, desde la academia. Se la califica como “oficio”, “experiencia”, “mano” y otros calificativos que aluden a un conocimiento menor, de tipo práctico. Quienes sostienen esta posición por lo general niegan que las didácticas sean un campo de conocimiento específico, y mucho más que la experiencia del trabajo con niños, niñas y jóvenes genere algún tipo de conocimiento en quienes se encuentran al frente del aula. Se trata, además, de un conocimiento del que por lo general no hay registro en textos escritos. (…)