Basándose en el principio budista de impermanencia, Judith Lief reflexiona sobre el fenómeno del cambio que se manifiesta en todos los aspectos de la vida. La autora nos acerca a este tema desde la larga experiencia acumulada en los cursos y talleres que dicta, en los que participan profesionales de la salud, estudiantes, voluntarios que trabajan con pacientes terminales e incluso enfermos graves. Asimismo, ofrece una serie de consejos prácticos y muy concretos para cultivar una actitud de apertura ante la muerte, que nos permita acompañar a los que están más cerca de ese umbral sin exigirnos ni exigirles perfección. A diferencia de muchos cursos y publicaciones en los que el llamado a vivir el presente se confunde con la negación de la muerte, este libro nos propone abrirnos a ella sin velos protectores, para llegar a un punto en que podamos mirarla sin temor. Paradójicamente, esta forma de acercarnos a la muerte le da más sentido a la vida y nos ayuda a comunicarnos con toda honestidad con los demás.